martes, 29 de octubre de 2013

Decidir el rol laboral.

El 85% de los profesionales españoles trabajan como “empleados”, vendiendo su tiempo a cambio de un salario a final de cada mes, formando parte de un sistema productivo que enriquece a otras personas. Pero más allá de este rol profesional existe el de “emprendedor”. Es decir, aquel que trabaja para sí mismo como autónomo o freelance, o bien monta un proyecto contratando a otras personas. Cada uno cuenta con una serie de ventajas y desventajas, requiere de un tipo de mentalidad específico y va acompañado de un determinado estilo de vida. De ahí que pasar de empleado a emprendedor implique un profundo cambio en la manera de relacionarse con el mercado de trabajo. Y dado que la seguridad laboral está en entredicho, es cuestión de elegir entre la incertidumbre del empleado y la incertidumbre del emprendedor.

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